Sobre Letizia

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A la sala d'estar del meu dentista hi ha una tauleta en la qual descansen un bon grapat de revistes, moltes de les quals dites del cor. En vaig agafar una i la vaig fullejar. Em va entretenir veure en què s'interessa bona part de la societat espanyola actual. Amb això, i després de passar fotografies i entrevistes de Carmen Sevilla, Rocío Jurado i Norma Duval, vaig arribar a un espai deliciós que, Déu me'n guard, a punt ha estat de fer-me subscriptor d'aquesta mena de publicacions. «Primer encuentro de Letizia Ortiz con la aristocracia española» era el suggestivísim titular d'una crònica plena d'imatges de la reialesa, l'aristocràcia i de la promesa. En altres lletres destacades es podia llegir: «Los Grandes de España saludaron a Letizia con una reverencia aunque no es necesario, porque ella aún es plebeya». «Ostres!», vaig pensar, «si això és magnífic». I per compartir amb els lectors de Diari de Balears aquesta prosa, en transcric alguns paràfrags deliciosos: «Cuando don Felipe presentó a Letizia como su futura esposa, se dijo que el príncipe había decepcionado a la más alta nobleza española por haber escogido a una mujer de la clase media como futura reina de España. Quizás para acallar estos rumores, el presidente de la Diputación Permanente del Consejo de la Grandeza, Enrique Falcó, conde de Elda, incluyó en su discurso para la recepción anual con los Reyes la felicitación del colectivo a la familia real: 'Queremos transmitir nuestros más fervientes deseos de felicidad para el nuevo matrimonio y para la familia que van a construir, que asegura la continuidad de la dinastía'». Quina felicitació més entusiasta, vaig pensar. «Tal vez para demostrar su conformidad con la elección de don Felipe, al saludar a Letizia, los hombres inclinaron la cabeza y las mujeres hicieron una pequeña genuflexión, excediéndose en el protocolo, ya que al no formar parte de la familia real todavía, la prometida del príncipe no tiene que ser saludada con este tipo de reverencias». Idò sí. «Los asistentes a la recepción, el primer acto oficial de Letizia Ortiz en el Palacio de la Zarzuela, pudieron ver cómo el príncipe Felipe estaba en todo momento pendiente de su prometida que, según los expertos, ha mejorado enormemente en cuestiones de protocolo. Se mostró muy atenta con la reina, con la que cruzó varios comentarios a lo largo del acto, y saludó a sus antiguos colegas de profesión con un leve movimiento de cabeza». No m'he inventat res. Ho jur.

Joan Antoni Planas. (Rebuda per e-mail).