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Ara que la res publica carpetana (espanyola-carpetana, s'entén) se'ns ha posat herboritzadora en el foll deler de buscar brots verds, em ve de gust fer-vos una crònica d'uns primers brots socials estimabilíssims dels annals menorquins. Ara fa cent anys, a Maó, amb data del primer de gener de 1910, es va constituir el primer moviment insular d'associacionisme femení de caràcter mutualista. Fou la secció femenina de La Fraternitat Maonesa, una organització que havia estat creada el 16 d'agost de 1906. En un cert moment, propicià la congriació d'un nucli que aglutinés dones autònomament dins el marc de l'entitat matriu. Proposat el novembre de 1909, el 21 de desembre ja circulaven notes periodístiques optimistes: "La Sociedad de Socorros Fraternidad Mahonesa -digué La Voz de Menorca, republicà- celebrará esta noche en el Ateneo Popular una reunión al objeto de crear una sección femenina. Esta sección llenará la falta que se sentía en esta población de una sociedad de esta clase que amparase a las mujeres por medio del apoyo común en casos de enfermedad y muerte [...]. Sabida es ya la ventaja que sobre éstas tienen las de la localidad, pues los asociados hallan en éstas estabilidad y derechos de los que carecen en las foranas, en las que no pueden inmiscuirse en los ramos directivo y administrativo, debiendo tener todavía en cuenta que las mujeres se hallan aún más restringidas que los hombres, pues éstas en las enfermedades propias de su sexo y sus consecuencias no tienen derecho a percibir socorros, mientras que las aspiraciones de la "Fraternidad Mahonesa" son crear una sección amplia y democrática en donde las asociadas hallen recursos para aliviarse en todas las enfermedades. Sabemos ya que ante los deseos de esta sociedad, hay ya una infinidad de inscritas y que a juzgar por los informes que tenemos, en breve será la sociedad mutualista de socorros mutuos de más importancia de Menorca».

La reunió de la vesprada del 21 reeixí a veles esteses, amb acords unànimes. Els gasetillers del diari republicà que queda esmentat, ho saludaren cofois: «Al acto, que asistió un buen número de señoras, dióse lectura al Reglamento por el cual ha de regirse la sección en proyecto, dando a éste el organizador de la sección un carácter esencialmente democrático y de base múltiple, puesto que se funda para conseguir los fines que persigue, que son varios, en la cooperación y el ahorro. Las líneas generales de momento se basan en un donativo semanal de 0'25 céntimos para percibir a los tres meses de afiliada dos pesetas diarias en caso de enfermedad por espacio de 120 días; una peseta diaria en caso de cronicidad si continuase enferma después de aquel período; veinticinco pesetas de gratificación a las que sufren los rigores del parto y cien pesetas en caso de fallecimiento. Queda en proyecto para, en lo sucesivo, cuando los fondos sociales den a la sección una estabilidad equitativa, la caja de invalidez y vejez, y cuando el número de las afiliadas sea más considerable, la formación de un donativo en caso de muerte de quinientas pesetas. La sección será dirigida por las mismas afiliadas, las cuales formarán la junta de gobierno, carácter que aún no había gozado ninguna sociedad de este género en esta ciudad". A banda de les maoneses, s'hi subscriviren dones de Sant Lluís i es Castell. Pel que fa a la història mutualista, l'episodi suposava una fita estel·lar de pes gravitatori. I no només perquè incidia en el benestar social injust de la dona treballadora, sinó també per com fornia la consciència del feminisme com a reivindicació d'igualtat de drets laborals. És a dir, com a brots verds verdíssims, exactes i ben visibles en l'àrdua lluita -encara no ben conclosa a dia d'avui- que vol situar el gènere femení en la dignitat social que els homes els hem espantosament furtat -bonibé sempre amb violència.

Periodista