cartes als lectors

Ara, senyor jjmgonzalez, faci un exercici: canvii "catalán" per "castellano" a la seva carta, i la dirigeixi a tots els educadors d'España, de Colòmbia, d'Argentina, etc. A veure que li diuen. Voler ensenyar en la llengua pròpia ho troba discriminació comparable a obligar a escriure amb la mà dreta? Aquí la llengua pròpia és el català. Per què a qualsevol territori amb llengua pròpia s'imposa aquesta i a vostè (n'estic ben segur!) li sembla perfecte, i quan es tracta de la nostra troba que és intolerable? Això és o ignorància o mala bava?

"DEJAD QUE NUESTROS HIJOS PIENSEN EN LIBERTAD" En época del dictador fascista Franco, a los niños zurdos nos obligaban en muchas escuelas a escribir con la derecha, ocasionándonos una pérdida de agilidad mental y física sin precedentes y un ritmo lento de aprendizaje y de comprensión lectora insalvable en aquella temprana edad, eso sin contar las burlas, el agravio y el menosprecio que se producía bajo el silencio de los educadores del régimen. Hoy, que ya no existe este agravio en las escuelas, se están inculcando nuevas formas y métodos que por decreto se han instalado en los colegios y que afectan de lleno a la educación de nuestros hijos; la imposición de un lenguaje. Muchos padres nos sentimos ofendidos al ver como ciertos grupos políticos de corte dictatorial y actualmente en el poder, para mantener su status, de manera impune ordenan desde los despachos a los centros educadores, que les apliquen a nuestros niños una orden tácita. Bajo el slogan "Pensa en català" vemos como el profesorado alineado a estos grupos, les inculcan a nuestros hijos como deben pensar, sin opción a elegir la forma natural de comprensión que estos pequeños seres tienen. Y convencidos por esta ideología, los profesores de partido y de carnet, hoy reclaman por encima de todo sistema de aprendizaje y por encima de la naturaleza de nuestros hijos, la imposición de "su espacio ideológico", sin tener en cuenta que como antaño, vuelven a pisotear la compresión natural del niño y la capacidad de un ser que no entiende de luchas lingüísticas, de tradiciones, de religiones, de normativas, e incluso de lenguas, sencillamente porque el niño está, también por naturaleza, por encima de estos. Muchos padres, que no somos impasibles ante este hecho, reiteramos de manera pública lo siguiente: vosotros, los profesores de la enseñanza, debéis tomar conciencia de que vuestros intereses ideológicos, sujetos al discurso de alineamiento de dichos grupos políticos, están haciendo bajar el listón de la educación en esta comunidad y que reclamar ante la sociedad el control de la educación de nuestros hijos a base de imposiciones lingüísticas, es volver a exigir a nuestros hijos zurdos que escriban con la derecha. No podéis exigir a nuestros hijos que piensen en catalán, que estudien en catalán, que hablen en catalán, que escriban, trabajen, sueñen, sientan, sufran y vivan en catalán, cuando su naturaleza comprensiva es… sencillamente diferente. No hay dudas de que el potencial mental del ser humano es infinito y que nuestros hijos puede aprender muchas cosas, entre ellas muchos idiomas, pero no tenemos que olvidar que a un árbol joven, cuando crece, no se le puede cargar peso en sus ramas, ni se le puede dirigir en su crecimiento en varias direcciones a la vez (de hecho sólo el árbol descuidado crece torcido). Pero cuando el árbol ya es adulto, soportará todo el peso de la nieve, el viento, el agua, el sol y los injertos para hacerlo más fructífero y fuerte. Así pues dejad que nuestros niños crezcan de manera natural, que ellos mismos sean quienes decidan la forma de comprender y analizar las cosas en su lenguaje propio, ya sea en castellano, ya sea en mallorquín, ya sea en catalán o cualquiera de los lenguajes o dialectos de las comunidades. Si dejamos en vuestras manos a nuestros hijos es para que les enseñéis los caminos de la vida social, no para que abortéis su capacidad de comprensión de las cosas, ni para que les impongáis ideologías lingüísticas con la excusa de defender un trozo de tierra, una bandera, unas tradiciones y una identidad que no es la suya propia como ser humano libre. Y para acabar, como padre solo os exijo una cosa a los educadores y espero que se conviertan mis palabras en un slogan para todos los padres que queremos lo mejor para nuestros hijos, "dejad que nuestros hijos piensen en libertad", solo así el fracaso escolar dejará de ser la bestia negra de esta comunidad y una tragedia social para el futuro. Sencillamente un padre